Monday, June 29, 2009

Cocaína con amoníaco

- El atún... ¿Lomitos en agua o en acei...?
- En aceite - interrumpió.
- Bien. ¿Cola-Cao o Milo?
- Caliente, lejos el Cola-Cao. Frío, lejos el Milo.
- Hmm...interesante.
- Siga.
- A ver... ¿Micro o m...?
- Micro - Interrumpió nuevamente.
- ¿Café, té o mate?
- Un buen café.
- ¿Vino o cerveza?
- Depende del clima.
-
¿Cómo así?
- Si hace frío o calor.
- A ver, ¿Si hace c...?
- Una cerveza bien helada - Interrumpió con certeza.
- ¿Y si ha...?
- Un buen vino a temperatura adecuada - Volvió a interrumpir.
- ¿Y si no hace ni f...?
- Me da igual - Otra vez interrumpió.
- La estufa... ¿A gas o a parafi...?
- ¡Cállese! - Nuevamente interrumpió, muy alterado.

Y entró en estado de shock. Partió a la cocina, tomó una caja de fósforos y bajó al sótano a buscar el bidón con parafina que había dejado la semana pasada. Acto seguido subió al living y sobre la alfombra se quemó a lo bonzo. Estuvo unos momentos aleteando dentro de la casa y salió corriendo hacia la pileta de la plaza de enfrente, a la que acertó con un zambullido impecable. No obstante, sufrió quemaduras de tercer grado en un 75,04% de su cuerpo. La casa -de madera en gran parte- se incendió por completo en pocos minutos.

Eso pasa con este tipo de gente. Son amoniacocainómanos.

1 Comments:

Blogger Daniel Larraín said...

extremadamente original el relato

6/6/10 11:20 PM  

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